Xyza Cruz Bacani: «Quiero que mis imágenes ayuden a la gente: ese es mi sueño» Toño Antón, 1 de junio de 2018
Xyza Cruz es una fotógrafa urbana filipina que se ha ido abriendo camino en el panorama internacional desde una modestia y una constancia sin mayores pretensiones iniciales. reconoce que su sueño siempre fue ser fotógrafa, para lo cual tuvo que esperar y, como muchas de sus compatriotas, emigrar en busca de una vida mejor. Para ello siguió el camino de su madre y llegó a Hong Kong, donde miles de mujeres filipinas son la parte más debil del servicio doméstico, criadas y niñeras poco problemáticas, aunque excelentes trabajadoras (nada nuevo en la realidad de la mujer en países “en desarrollo”). Durante sus diez años como empleada de hogar para una familia china de esta gran ciudad fue consiguiendo ahorrar para conseguir una cámara y miles de imágenes que documentaban sus paseos por la ciudad durante su día de fiesta y su propia realidad, retratando su día a día y el de su entorno de empleadas emigrantes en Hong Kong. Su pertenencia al entorno de los retratados y su sencillez a la hora de abordar a las personas le proporcionan multitud de escenas cotidianas de gran frescura y naturalidad, en un blanco y negro que remite a grandes nombres del arte fotógrafico. Yo me quedo con su comentario de que para ella desde el principio hacer fotografía de calle y conseguir hacerse un sitio en ese campo era un reto para llegar al cual además podía disfrutar en libertad, sin necesidades técnicas ni humanas adionales, buscando con calma y respeto escenas en las que la mayoría no se detiene en una gran ciudad. Todo ello con el trasfondo social que persigue, especialmente vinculado a realidad de mujer y trabajadora emigrante. En este sentido dice: “Quiero ser una fotográga con un propósito claro, quiero que mis imágenes ayuden a la gente: ese es mi sueño”. “Si mis imágenes pueden ayudar a la gente, esto me hace sentir útil a la sociedad”. Desde su descubrimiento hace pocos años, Xyza ha podido dejar su trabajo como empleada doméstica para dedicarse íntegramente a su pasión y exponer en Singapur, Londres, Nueva York ( donde disfrutó de una beca de la Fundación Magnum ) o San Francisco, por ejemplo, así como en su propio país (Filipinas), fotografiando las animadas calles de su Nueva Vizcaya natal. Incluso ha ampliado su registro profesional incursionando en la fotografía en color, pero sobre todo sigue recorriendo y explorando las calles con la misma curiosidad y dignidad, algo que, dada su juventud, probablemente todavía nos dará grandes imágenes y bonitos proyectos.